En Ecuador 1: Quito - Cuenca: Por la Troncal de la Sierra, hermosisimos paisajes!!

Hola blogger, les escribo para contarles solo un poquito de mi viaje de hoy de 9 horas, algo variadito ya que comenzó lloviendo a cántaros en Quito, salí a las 6:45 am rumbo a Cuenca por la Troncal de La Sierra. La carretera es excelente hasta un poco adelante de Riobamba, pero después se vuelve un verdadero reto ya que por las lluvias han habido derrumbres y luedo las motoniveladoras dejan solo tierra y por ahí se debe pasar!!! Solo barro, resbalones, sustos con el agrabante de la niebla que solo deja ver a 5 metros. Los ecuatorianos no prenden las luces ni en la niebla!!! Tocaba a punta de pito avisarles que yo circulaba por allí, también para que de pronto no me atropellaran por detras ya que no se veía nada! Eso fue un tramo de 18 kilómetros entre Alausí y Chunchi, después la carretera estaba llena de huecos, es como Bogotá al cuadrado, pero más grandes y profundos. a pesar de ello, no bajaba de 90 porque si me pongo a esquivarlos, aún estaría allí. Los paisajes son muy, muy hermosos, son las montañas andinas, todas parchuditas de sembrados, son como colinas grandes y explayadas, como cuando una volqueta deja su carga de arena, tal vez Dios las hizo en un domingo, cuando estaba relajado y sin prisa;, todo el viaje es frío y con niebla, sin sol. Gaste 9 dólares de gasolina en cerca de 460 kilómetros. Después ampliaré más mi historia, ya que pronto cerrarán el ciber y no he subido fotos.

La Historia "linda" del día: en el camino encontré una valla de terminacion de la provincia de Chimborazo y me detuve a hacer la respectiva foto. Resulta que habia un poco de personas sentadas mirando hacia una quebrada, pero yo no veia la quebrada; ellos me hacian señale de que me acercara a mirar a la quebrada pero no me decian nada, solo señas. Luego un joven se acercó y me dijo que estaban lavando la ropa, y no me pareció importante mirar una lavada de ropa, máxime que habia desnivel y yo no queria bajarme a exponerme a que Rosita se volviera a caer. DEspués el joven me explicó que estaban lavando la ropa del difunto y que estaban en su sepelio, entonces me sentí mal porque ellos en "su tristeza" según mis pensamientos y cultura occidental, mientras yo tomaba fotos!!! Qué horror! Qué pena! pero ninguno de ellos lloraba, estaban bien vestidos, como cuando hay algo importante o diferente de la rutina. Luego poco se acercaron los niños a tocar la motocicleta y habalban en su mismo idioma o dialecto, no se. Como no se veian tristes les ped{i permiso para fotografiar a los niños e inmediatamente aceptaron y se pararon en frente mio en plena Panamericana! Esas son las fotos que hoy les comparto.

También les cuento que un extenso tramo de carretera tenia avisos aproximadamente cada 200 o 300 metros sobre "No queme los árboles", "Cuide la Naturaleza", "cuidemos el agua" "No contamine"... había más señalización de este tipo que la señalización vial !!! Bueno, alguien sí está haciendo la cosas bien por aquí...

Los dejo, en futuras entregas con más tiempo escribiré más detalles del viaje y pondré más fotos.

Mañana, según se den las cosas, me voy para la frontera con Perú... esta historia continuará...