Desayuné en un lugar donde habia campesinos y hablaban quechua entre ellos. Pampamarca. Tomé caldo de cordero, que era zipote plato... casi no puedo con el... y las ironias de la vida, tomé mate de coca y conocí y masqué las hojas de coca... es simplemente una infusión de las hojas en agua, y uno le pone el azucar al gusto. No tuve efectos alucinógenos ni nada parecido... no se asusten, es como un agua aromática para los colombianos.
Continué mi viaje hacia Chalhuanca, buscando combustible, pero también hice una parada para el internet ya que hoy se vencia el recibo del gas... y además tenia que pagar otras cuentas. Todo salió bien... como raro, no les parece? hasta las cosas malas me han salido bien en este viaje.
Espero que no se aburran con mi historia...
Les cuento que vi el Río Apurimac paralelo a la via de aguas transparentes, y se veía azul o verdoso según las algas que cubren su fondo... asi no he visto en Colombia, cristalino, caudaloso, agua que viene de las cumbres, agua de Dios. Las fotos no le hacen justicia, son solo una aproximación...
También llegué a buena hora para ver la majestad del Nevado del Salccantay, con cumbres respladecientes, blanco platino, contrastando con el azul de fondo... mientras pueden disfrutar las fotografias, aunque es dificil capturar tal belleza en una foto. Busqué una sabrosa trucha en el hospedaje de doña Josefina Mancilla Trujillo, quien mostró gran amabilidad y hospitalidad en su hotel.
1 comentario:
Alberto, acabo de leer 'espero que no se aburran con mi historia'; tengo que decirte que no me ha aburrido ninguna de sus historias. Aunque estoy un poco tarde para darle animo a usted para seguir escribiendo - enhorabuena! - quiero agradeciarle por el placer que he tenido en leerlas. Tiene el don de communicar la belleza ademas de encontrarla. Buenas noches desde Inglaterra!
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