Esta es la tercera vez que escribo la historia ya que se ha perdido por errores en la pagina de Edición. A ver si me queda igual a la primera, que contenía mucha emoción.
Mirando atrás y por la premura de la ruta o la falta de un ciber, no escribi esta entrada en su propio dia, cuando viaje de Caacupé a Villa Hayes, pasando por Asunción. Es un regalo para todos mis lectores.
DESPUES de hacer las tomas a los señores de mantenimiento, que me ayudaron a conocer el lugar y que ajustaban perfecto con el mismo, bajé a conocer el lago, y a disfrutar de su frío y paisaje… lo demás ya lo podrán ver, las imágenes aunque no hacen justicia con el lugar mismo, son una buena aproximación a mi vivencia.
Hice las compras obligatorias de los recuerdos (obligatorias porque esta ocasión difícilmente se volverá a dar y quería comprar de todo, pero no reciben tarjeta, así que más bien se vienen bien cargaditos de efectivo.
Después me fui al poblado de Acuaré, en la orilla opuesta del Lago Ypacarai, tomé mi almuerzo y disfruté nuevamente el lago. Areguá es un poblado de artesanos alfareros, cuyo producto también lo muestro en las fotos.
Soñar, ser realidad, una actuación es consecuencia de la otra… no dejen de soñar. Te dirán (lo pensarán, en realidad no te lo dirán) estúpido, iluso, pero debes soñar y algún día se vuelve realidad, en tí o en tus descendientes… tal vez nosotros mismos somos el sueño que alguien soñó!
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