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Después de un corto viaje desde Caacupé, llegué a Villa Hayes, un poblado sencillo pero que me llevaré recuerdos controversiales, ya que la conseguida de hospedaje fue algo dificil pero al fin dí con un buen lugar y me salvé de quedarme en un lugar de mala muerte, con bar, música y chicas alegres incluido. Escribo estas palabras hoy 31 de mayo en Filadelfia, Paraguay rumbo a Mariscal Estigarribia o para pasar la noche... Estas cortas palabras son para informacion general de mi familia y amigos, pero ampliaré el relato y las fotos cuando ya esté mas relajadito en Bolivia. Un abrazo.
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Retomando la historia, (ahora aquí en Camiri, Bolivia) les puedo decir que estuve en la casa del Doctor Cristian, quien amablemente me invitó, me dió un recorrido nocturno por Caacupé y me enseñò detalles de los sitios. En la mañana, después del reconfortante cafè negro, Cristian tenia que salir a su trabajo de pediatra y director regional y yo a continuar mi viaje. Visité la Basílica de Caacupé, muy linda y reconocida por la Virgen de los Milagros y con visitantes de todo el mundo que vienen a pedir por sus vidas. Obviamente yo también pedí por mis necesidades mundanas y espirituales, sobre todo la salud. Los vitrales son muy hermosos y elaborados... como algunos sabrán me gustan los vitrales y el efecto de la luz al pasar por los cristales. El de Juan Pablo II me encantó, tal vez por la figura que SS Juan Pablo II dejó en la vida de todos los católicos. Después de visitar la Basílica, tomé camino y desviación hacia San Bernardino, cuya historia la encontrarán en otra entrada, llamada "Paréntesis 2..." Luego de San Bernardino, Ypacaraí, salí rumbo a la capital, Asunción, ya en la tarde. El día era soleado y alegre.
En Asunción, entré por una zona muy comercial, donde se adquieren repuestos de auto, cubiertas, talleres. Pregunté por la cubierta delantera de Rosita, pero desafortunadamente no recibian tarjeta y mi efectivo de guaranís no era suficiente. Necesariamente fui al Palacio de Gobierno, el Parlamento, al desembarcadero del puerto, algunos sitios e iglesias. Es una ciudad moderna, ágil y dinámica, se ve muy limpia y no abundan las grandes muchedumbres de gentes en las calles; calles bien señalizadas. De cualquier manera las ciudades grandes me abruman ahora con este viaje, entonces tomé via a Villa Hayes, gracias a la auyda de un joven en la estación de servicio que me hizo un mapa muy exacto y detallado para salir de Asunción y llegar a la ruta que conducia a Villa Hayes. Ya en la ruta me contacté con otro motociclista que regresaba a su casa del trabajo y que casualmente iba a Villa Hayes y nos fuimos juntos. También me llevó a algo que él consideraba un hospedaje, pero que resultó ser un bar de chicas alegres con cuartos para lo que ya sabemos... ovbiamente no me quedé allí, pero cerca habia una casa de familia donde la señora Cecilia en un principio no queria recibirme y yo no lo compredia... resulta que ha habido muchos asaltos y todos por estos lugares son prevenidos, pero puse mi empeño y logré convencerla, conocí a su hijo Pedro quien confecciona unas chamarras o pantalones para vaquería en el chaco, conocí a Leonor y a su novio (en la foto) y después de instalarme y de las formalidades me fui a un ciber, el cual no tenia conexión pero logré que me quemaran 2 discos con las fotografias recientes. Después a la cama y aqui finalizó este día, cuyo recorrido fue de solo 130 kms, el más corto del viaje, pero que fue intenso y bien vivido... Un abrazo!
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